sábado, 9 de marzo de 2013

no estás solo...


si pudiéramos compartir el dolor, el sufrimiento

si nuestro cuerpo pudiera auxiliar tu fiebre por un momento

si nuestra mente supiera desandar tu camino y encontrar

   
… pero no sabe


hablar contigo en tu desconsuelo nos hace vanos, pasajeros

y siempre una luz nos empuja  a salir del desanimo y a 

apretar los dientes para decirte (decirnos) que todo está 

bien, que en breve esto será un mal recuerdo compartido con 

nosotros pero vivido a solas por ti

        
ojalá el afecto que por ti sentimos fuera suficiente para 

arrancar de ti “la miseria” que te ataca
        

ojalá fuéramos etéreos y con solo mirarnos…

… nuestras vidas envejecieran aletargas en el sopor de un 

solo trago, de una brasa, de una noche fría entre risas 

sinceras como siempre las nuestras lo han sido


este viaje que a solas crees que haces,

 este tren que transita ahora por tu vida, 

va cargado de vagones llenos abrazos eternos


...  aunque creas que la última parada parece estar cerca y 

el miedo se aparezca a los pies de tu lecho, queremos que

 sepas que bajaremos en cada estación a estirar el alma…

      
  que  seguiremos nuestra propia estela, rodeado tú por 

nosotros y nosotros por ti

domingo, 3 de marzo de 2013

perdón


No quiero vuestro perdón

Vendéis humo que intoxica al pobre de espíritu y al mismo tiempo engorda vuestra soberbia.

 ¿Cómo se puede aprender tan poco de alguien que, supuestamente, enseño tanto?

Nunca me vi sentado a vuestra mesa, no interesé; no tenía nada que ofreceros. Esta e s la paradoja, siempre creí que eráis vosotros los que sembraríais mi sendero de luz y calor. Nada más lejos de la realidad.

A ambos lados de aquel, solo veo dolor infantil, desprotegido, desamparado… lágrimas como puñales en tantos corazones, de tantos y tantos y tantos…

A lo largo de mi corta vida os he visto sodomizar con una mano y con la otra venderos como mercaderes del bien, de vuestro bien...  nunca del nuestro

Solo se salvan de vuestro ancestral copyright aquellos que, supuestamente si han aprendido de aquel y vagan por la tierra, la mayoría de las veces sin vuestra aprobación, mostrando su propia luz, cándida y apacible, serena y tranquilizadora dejando a un lado el símbolo del dolor y el sacrificio que históricamente arrastráis.

Que fácil os fue vencer con el miedo a la ignorancia. Sin embargo nunca se os ocurrió hacerlo con el corazón en la mano.

Cuanta tinta gastada con frases ininteligibles para la mayoría, cuanto verbo oscuro, cuanta ira…

Ahora llenáis portadas con vuestro ombligo terso y brillante, ahora precisamente, momento en el que deberíais llevar a vuestra lengua tanta palabra vendida al mendigo, al hambriento de la más simple cultura… que falta de humanidad…  

Como os digo, no quiero vuestro perdón ya que jamás os he reconocido en mí.