no nos vemos disolvernos
hastiado de escuchar en la oscuridad, me echo a tu lado sin sentirte y comenzamos a crear vacío voluntario. Nada expresa tu mirada en mi espejo, mas sin reflejarme en tus retinas me vislumbro
Vas adquiriendo aquella postura fría que te recuerdo y sin volcarte sobre mí, me fuerzas. Ahí es nada cuando surge otra vez el vacío. Y es ahora que me espanto de tu sombra, ajado espectro que me rodea sin cercenarme
no huyas a mi indiferencia ya que sin serlo, soy tu verdugo y te obligo a confesar tu engaño. Me hago unos zapatos con tus tachas mientras mi atillo lo finge tu umbrátil desnudez y al caminar no llego a ninguna parte
ahora vuelve el recuerdo cuando mis ojos te hacen el amor fluyendo la sangre a borbotones por lo poros de mi sexo. Es entonces dolor no sentido
despierto y siento como sobre mi piel aún dormida descansa la sombra de tu huella
lágrimas caen mojando con amargura mis labios abiertos y es ahora cuando no estoy
... mientras te recluyes en tu odiosa soledad
me envuelve,... me agobia tal silencio que renuncio a morir de esta manera. Cierro las manos y siento las gélidas unas en mi carne. Son estas mis vacuas manos, son nada
comienzo a sembrar dolor para cosechar agonía, fruto del sol opaco, de densas lluvias. Así crece negra semilla...
todo podría ser llanto y tristeza y me vuelvo y me parto
... dejarte libre, sin envidias sobre mi alegría forjada a golpes con tu cuento de hadas aun así estallo en tu ultimo espasmo y... y vuelve el pasado cuando poemas hay en todas las cosas y...
...y tus ojos transcriben para mi, que soy ciego, todo lo intimo
ahora, la sonrisa explota en mi cerebro bajo el síndrome de la vesania. Una lágrima se derrama en la inmensidad del universo ... después silencio y nostalgia. La soledad me devora...
quedé en el camino entrecano resignado a vagar eternamente...
te busqué entre cañas y acequias provocando a las piedras que gemían a mi paso, huella tras huella me perseguí sin saberlo mientras,...
sobre las enraizadas susurraba nostalgia el viento
No eres nada, yo todo
caigo inerte entre el tiempo y tú.
me reencarno en desprecio, pasión y, y arte.
sigues muerta mientras me revuelco en el lodo de mi propia ignorancia estática y sin estar, rizas caminos buscando mis cimientos. Nada. Encuentras nada. Pretexto natural bajo un halo de falsos enredos y es cuando vuelves visión, sin medallas ni banderas te arrastras metal cortando mis tejidos que saltan aterrados al abrirse mi enrojecida carne... dolor, dolor, anhelo y dolor. A golpes de remo cierro la herida que hace rato dejo de sangrar.
nada
y en la angustia fui al cielo y te vi
que lento el tiempo, hace rato se ha parado y me amontono sobre mí y me ahogo
solo tú conocías mi corazón y lo asesinaste
recuerdos, viejos escritos de vieja tinta, de mano efeba recorren sin darme ocasión a recrearte, los meandros míos que son callejones cerrados de puertas y ventanas a mi alma triste final de tan largo mandato que cae al suelo envuelto en siniestros espasmos, en vacios huecos vacios
no hay anillos en los dedos ni dedos que los sostengan, solo arrugados huesos que mueren así, arrugados...vacios
y es el vicio de este círculo de dos lados, ni es figura ni deforme, NADA!!!, a coro replican
esperar campanas solo insonoros gritos. Nivel más bajo que el animal, a solas me toca escucharlo. Siquiera es azul este cielo. Que trabajo cuesta imaginarlo, tan solo intentarlo que trabajo
y yo sigo engañando a este paladar quebrado, inútil, yermo sigo haciéndolo para salir de aquí, para seguir huyendo de ti, maldita
terminado este éxodo asiento terrenos y fijo miradas. Me quedo y me relamo las heridas, todo lo puedo tocar ahora ... se acabó, nada pero eres peor que la zozobra. Asustas y te aíslas. Un triunfo te guardas ancestro, que risible, que absurdo comprenderte. No eres ley, no eres trampa, no eres funda ni puñal... eres silencio agolpado, hacinado susurro, eres niebla a mis ojos, oscura luna, ahogada palabra de boca muerta
yo te quería,
acorralado momento de pensar. Piensa, no tienes tiempo. Yo me estoy yendo y tú,... tú solo piensas. Ya estamos muertos, nada. Azufre arrojan tus ojos sobre mi pesada carga y el ardor envuelve mi rostro me quema
es ahora cuando todo el silencio que te abarca, sobrecoge mi íntimo y temo por mi muerte pues la vida ya no la tengo
es ahora cuando callas y quisiera que gritaras, que chillaras quisiera. No te guardes las palabras pues tan tuyas son como mías…
1991