El mundo se arrastra…
y
seguimos su estela hambrientos de anhelos materiales, de espejos que nos
regalen un guiño comprometido y al mismo tiempo que nos redima de despojarnos
de lo inútil en un gesto enaltecido en demasía para liberarnos de nada…
y
sin embargo nos salva el que se vuelve y se despide de todo para ver este mundo
desde el suelo y, sin miedo, compartir el barro que atrapa a tanto desventurado
que sin elegirlo ha sido desposeído de lo que nunca tuvo,
y
seguimos su estela sedientos del néctar del piso más alto, del mármol más
blanco, del más rápido asfalto…
y
sin embargo nos salva el que ante un mar brillante y calmo se sumerge en un mar
insondable y sombrío para compartir la asfixia con tanto desventurado
que sin elegirlo ha sido desposeído de lo que nunca tuvo,
y
seguimos su estela ávidos del erotismo que el mayor crédito pueda darnos…
y
sin embargo nos salva el que ante la brisa embriagadora de un campo de jazmines
dobla sus rodillas bajo la calima del campo yermo y da sombra con su sombra a tanto desventurado
que sin elegirlo ha sido despojado de lo que nunca tuvo,
y
seguimos su estela salvando a la patria que nos avergüenza quitando la vida a los que nos "avergüenzan"…
y
sin embargo nos salva el que ante elixires y manjares entrega la savia que
dentro lleva a tanto desventurado que sin elegirlo ha sido despojado de lo que
nunca tuvo...
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