jueves, 13 de diciembre de 2012

Lo que queda de la esperanza


El mundo se arrastra…

y seguimos su estela hambrientos de anhelos materiales, de espejos que nos regalen un guiño comprometido y al mismo tiempo que nos redima de despojarnos de lo inútil en un gesto enaltecido en demasía para liberarnos de nada…

y sin embargo nos salva el que se vuelve y se despide de todo para ver este mundo desde el suelo y, sin miedo, compartir el barro que atrapa a tanto desventurado que sin elegirlo ha sido desposeído de lo que nunca tuvo,

y seguimos su estela sedientos del néctar del piso más alto, del mármol más blanco, del más rápido asfalto…

y sin embargo nos salva el que ante un mar brillante y calmo se sumerge en un mar insondable y sombrío para compartir la asfixia con tanto  desventurado  que sin elegirlo ha sido desposeído de lo que nunca tuvo,

y seguimos su estela ávidos del erotismo que el mayor crédito pueda darnos…

y sin embargo nos salva el que ante la brisa embriagadora de un campo de jazmines dobla sus rodillas bajo la calima del campo yermo  y da sombra con su sombra a tanto desventurado que sin elegirlo ha sido despojado de lo que nunca tuvo,

y seguimos su estela salvando a la patria que nos avergüenza quitando la vida a los que nos "avergüenzan"…

y sin embargo nos salva el que ante elixires y manjares entrega la savia que dentro lleva a tanto desventurado que sin elegirlo ha sido despojado de lo que nunca tuvo...  

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