todavía el iris resalta la azulada y fresca espuma sobre tu tostado vientre
todavía el tacto se desliza como la fina y cálida arena en tus pies y el perfume de tanta luz en los poros de tu pecho y la sal en tu rostro,
todavía resbala por mi alma...
mientras, las aves quietas en el sofocante aire parecen parar al tiempo, pararlo todo, menos la sangre que da color a tu reposada sonrisa,
bésame ahora poema, pues todo esto es un instante, toda una vida...
1982
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